domingo, 21 de junio de 2020

Capítulo 6


Orestes sigue a Débora a la que ha visto irse con dos tipos. La ve besándose con los dos. No es la primera vez desde que se casó que la ve en situación comprometiida con otro hombre y así que la sigue y la ve meterse con ellos en un motel. Llama a Alejandro. El guapo chico llega al rato:
--¿y esto?¿para que me citaste aquí?
--Tu esposa está dentro con otro hombre
--¡¡¡eso no es verdad¡¡¡Débora y yo somos muy felices, ella nunca me haría una cosa así porque no le hace falta¡¡
--¡¡escúchame¡¡yo la vi, cuando salga le preguntas¡¡
Alejandro no quiere aceptar que sea verdad y se pone como loco:
--¡¡yo confío en mi esposa, lo que pasa es que tú me tienes rabia¡¡
Aunque le sabe mal hacerle daño, Orestes no quiere que Débora se siga burlando de él:
--¡¡tu mujer es una cualquiera¡¡
Muy dolido, Alejandro da un puñetazo a Orestes y le dice:
--¡¡creí que eras mi amigo pero ya veo que no¡¡¡no te me vuelvas a acercar¡¡
Orestes se queda triste tocándose la barbilla no tarda en salir Débora con esos chicos comentando lo bien que se lo ha pasado con los dos. No ve a Orestes que la mira con rabia.
--¡¡zorra, zorra¡¡ --piensa con odio.

1 año después...
Es tarde, Alejandro llega del trabajo cansado y con ganas de ver a su esposa. Estudia y trabaja duro para que ni a ella ni a su hijo les falte de nada. Llega más temprano de lo acostumbrado para dar una sorpresa a su esposa. Primero va a buscar al pequeño Dani a casa de la vecina que lo cuida y luego entran. Se encuentran con Débora desnuda en la cama con tres negros. Alejandro la mira decepcionado. Se va con su hijo. Débora se angustia, tiene miedo de perder la comodidad que ha tenido estos meses.

Débora y Alejandro están solos. Débora suplica. Alejandro está furioso:
--¡¡Orestes me lo dijo pero yo no lo quise creer y por ti rompí nuestra amistad¡¡¡ahora se acabó, te podrás acostar con quien quieras¡¡
Débora se pone de rodillas:
--¡¡yo te amo, yo te amo¡¡¡
Débora está desesperada, no lo quiere perder:
--¡¡por nuestro hijo¡¡
Alejandro la mira con lágrimas en los ojos:
--yo he intentado ganarme tu amor pero no se pudo, lo mejor es que acabemos con todo esto.
Ella lo abraza, lo besa. Lo ve enamorado y sabe que lo podrá retener:
--si me dejas me mato. Yo no sé que me pasó. Te amo a ti pero ¡seguro que es una enfermedad, es que luego se me olvida¡¡¡es como si no fuera yo¡¡¡no me dejes¡¡¡iré al médico... me curaré¡¡
Alejandro quiere creerla, no la puede dejar. Ella lo abraza tan desesperada que él dice:
--está bien... vamos a olvidarnos de todo.
Ella lo mira llorosa:
--no te vas a arrepentir,  ya verás como no.
Él se deja llevar por su amor, no se da cuenta que cuando él no la ve, Débora sonríe burlona.


18 años después...


Alejandro se levanta desnudo de la cama de Orestes. Se viste en silencio.
--Ale, no me gusta que estés tan mal después que cojamos. Parece que no te guste.
--no es eso. Me encanta coger contigo.
Orestes se empieza a  vestir.
--nosotros no somos como em degenerado de Emilio. Somos machos. Esto es diversión entre machos.
--ya lo sé. No es eso
Alejandro se sube la cremallera del pantalón. Tiene una herida muy onda en su alma que no le ha contado a nadie

Mientras Emilio está sobre la cama que era de Alejandro. Es un hombre amargado y virgen. No ha encontrado el amor y tampoco ha querido tener sexo con un feo. Se masturba oliendo esos viejos boxers de Alejandro. Es lo único que le quedó de él.  Son su tesoro. Tiene un juguete. Un vibrador que envuelve en esos calzoncillos así se hace la fantasía que ese vibrador que se introduce tiene el aroma de Alejandro.
Emilio se siente frustrado. Nunca ha logrado su sueño de acostarse con un hombre que le gustara. Sus labios están secos. Nunca los han  besado (sólo los ha besado Rafi pero es algo que le da asco recordar). Se siente frustrado porque sexualmente sigue siendo un niño y hace las mismas cosas que de adolescente;  masturbarse diariamente y varias veces  pensando en Alejandro. Le gustaría saciar su sed de amor, coger con un hombre y además le gustaría tener la ternura de un hombre y no sólo la parte sexual. Aunque de entrada lo que le gustaría es perder su virginidad con un hombre muy guapo. Su sueño imposible es que ese hombre sea Alejandro. Le gusta estar en ese cuarto aunque no hay nada de Alejandro y ha quedado de trastero. Son cosas viejas. Trastos que trae Alejandro. Cosas de Dani de pequeño. Es como si Alejandro  no quisiera que Emilio pueda usar ese cuarto. Le gusta masturbarse en ese cuarto dónde durmió Alejandro.

Bea, una chica de 18 años, y de gran parecido con Rafi, busca una dirección. Llega tarde a una entrevista de trabajo. Alejandro y Orestes van juntos en un coche. Orestes quiere convencer a su amigo para que salgan de marcha esa misma noche.
--ya sabes que a mi no me gusta.
--pero es que aún eres joven. Mira yo... ya me he divorciado 4 veces. Cuatro matrimonios y cuatro hijos y no descarto una quinta. Mi quinta esposa me puede dar mi primera hija.
Alejandro es un hombre amargado que se ha refugiado en su mejor amigo.
--Débora me mató como hombre. Nunca más tomaré una mujer en serio.
Alejandro se distrae.
--¡¡cuidado¡¡¡ --grita Orestes.
Casi atropellan a Bea que cruza sin mirar. Alejandro sale del coche a ver si no le pasó nada. Al susto se le un otro sentimiento y es que algo se apodera el uno del otro. A Bea le fascina el maduro hombre. Y a Alejandro le gusta sentirse deseado por una chica tan joven.

Emilio sale del cuarto, en el comedor hay una foto de su difunta madre. Su padrastro, a pesar de no ser especialmente viejo,  está ya bastante anciano y enfermo y solo, lo espera. Se queja de su tardanza.
--¿qué tanto haces encerrado en ese cuarto que solo tiene trastos? Te estaba llamando. Me dejas siempre solo. No soy un mueble.
Emilio tiene ganas de decirle que se vaya a vivir con Alejandro pero así tiene una excusa para no perder el contacto con su hermanastro que a pesar de los años sigue siendo guapo y le gusta verlo. La imagen de su cuerpo desnudo es un  momento que se le han clavado en la mente.
--espero que no se te haya olvidado que mañana  vienen a comer  mi hijo y mi nieto –gruñe el hombre.
Emilio nunca olvida esos días. Es cuando más cerca está de un tío bueno y le gusta. Alejandro es un hombre descuidado y amargado pero es muy atractivo y es alguien muy especial para Emilio. Su pelo se ha ido llenando de canas lo que enciende mucho a Emilio. Su hermanastro le pone más cachondo aún que de joven.

Al día siguiente, Alejandro llega a la casa.  Saluda a su hermanastro con frialdad. Besa a su padre que esta sentado. Alejandro se asoma al balcón.
--¡¡Dani, sube ya¡¡ --dice Alejandro a su hijo que está en un banco con un amigo.
--¡¡ya voy papá¡¡ --grita Dani.
Tanta Alejandro como Dani ignoran a Emilio. Alejandro no permite  que su hermanastro se acerque a su hijo. Alejandro sólo al llegar y al irse encaja su mano con la de Emilio. Es frío y no lo mira pero a Emilio le excita tocar a su hermanastro. Cuando se han ido  Emilio no toca nada con esa mano que ha tocado a Alejandro. Se encierra en su cuarto y con esa mano se masturba pensando en él  . También usa vibrador. Lo tiene envuelto en los viejos boxers de Alejandro porque siente que así el consolador tiene el olor de su guapísimo hermanastro. Se lo introduce imaginando que hace el amor con Alejandro.


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