martes, 23 de junio de 2020

Capítulo 23












Eros y Alejandro están los dos desnudos en la cama apunto de hacer el amor. Alejandro es muy dulce. Le emociona sentir temblar a Eros. Le emociona sus miedos. No le cabe en la cabeza que alguien sea virgen con casi 40 años. Tiene en sus brazos a un niño asustado. Y le conmueve y le excita. No tiene dudas que sí es su primera vez.
--¿es que no te quieres entregar a mi? --jadea Alejandro ya encima de Eros y regalándole besos y caricias.
Eros lo mira enamorado. Va a dejar de ser "niño" en brazos de su guapísimo hermanastro . Es su sueño hecho realidad. 
--si quiero pero estoy asustado .
Alejandro se desvive por complacerlo.
--gracias por confiar en mi. Por querer vivir tu primera vez conmigo.
Eros es un hombre feliz.
--te amo.
Alejandro no dice nada. Lo  besa ardientemente mientras le hace sentir todo su cuerpo. Eros casi no puede respirar. Su corazón le va a mil. Parece que que va a dar un infarto. Son muchos años esperando por ese momento y no puede creer que al fin lo esté viviendo.
--Relájate. Si no  vas a disfrutar. Tu primera vez es una gran responsabilidad. No quiero defraudarte.
Eros está demasiado tenso. Alejandro no quiere que no disfrute. Que se arrepienta 
--¿quieres que pare? si me lo pides aunque deseo hacerte el amor... pararé --jadea Alejandro.
Eros tiene los ojos cerrados. No puede hablar. Mueve la cabeza haciendo si y no. Alejandro siente algo muy especial por ese hombre. Algo que nunca había sentido.
-¿paro?
Eros hace que no con la cabeza. Es su primera  vez y con Alejandro.  Es algo tan grande, lleva toda la vida esperando por eso y ahora se muere de miedo
Y justo cuando Alejandro le está introduciendo la cabecita de su verga, Eros abre los ojos como platos. Todo es demasiado nuevo para él. Demasiado deseado. Y está demasiado asustado. Grita. Es un grito muy afeminado que sale del fondo de Emilio y se levanta de golpe. 
--¿que paso. Te hice daño? --dice sofocado y preocupado.
Eros hace que no con la cabeza.
--ahora soy yo quien no puede.
Alejandro sonríe con cariño. Aunque no sabe qué hacer con esa gran erección que tiene. Eros se tumba en la cama frustrado. Siente rabia de sí mismo. Siente que lo ha estropeado todo, que ha hecho el ridículo y que Alejandro no volverá a querer saber de él.
--soy un niño. Tantos años esperando ese momento y…
Alejandro no le deja seguir. Es muy cariñoso.
--tranquilo. Es mi culpa. Te asusté.
Y Alejandro está con ganas de reventar. Agarra la mano de Eros y se masturba con ella. 
--podemos ir poco a poco. Conoce. Disfruta mi cuerpo. 
Eros se relaja. Disfruta. Alejandro goza viendo gozar a Eros. Emilio es feliz con el tacto de esa hermosa y grande verga. Le encanta sentirla en su mano. Tantas veces que se masturbó pensando en esa verga y ahí está él, masturbando a Alejandro. Es que no da crédito a lo que está viviendo.
--¿no me la quieres chupar? Eso ya lo has hecho. Me la chupaste pero te dejé con las ganas.
Eros no lo duda. Y a Alejandro le hace gracia la desesperación de Eros. La otra vez no se dio cuenta de su ansiedad. Alejandro va moviendo la cabeza de Eros para graduar los movimientos y le va contando como le gusta que se la chupen. Emilio disfruta como un loco con la verga de su hermanastro en la boca y hasta le bebe la leche. Es algo que siempre quiso hacer. A Alejandro le sorprende y le gusta.  Nunca nadie había tragado su leche. Y le gusta. Alejandro se la chupa Eros que se retuerce de placer. Ahora sí disfruta. A Alejandro le gusta ver como jadea. Como se mueve. Parece que se va a romper. Nunca pensó que se podía sentir tanto placer Aúlla cuando se viene. Es el propio Alejandro el que lo limpia con sus calzoncillos usados. Tanto que se masturbó oliendo los calzoncillos sucios de su hermanastro. Tantas veces que de joven dejó su lechecita en los calzoncillos de su hermanastro con miedo a ser descubierto, no puede creer que ahora su semen esté en los calzoncillos usados de su hermanastro y por voluntad de éste . Los dos quedan en la cama resoplando felices.
--nunca disfruté tanto --Alejandro.
--¿en serio? Yo tampoco pero en mi caso es obvio.
Alejandro lo mira con mucho cariño.
--tú me estás enseñando a amar por primera vez.
Eros apoya su cabeza en el torso de él. 
--Soy tan feliz.
Alejandro le acaricia la cabeza con amor. 
--ojalá te hubiera hecho caso hace 20 años cuando me conociste...
Eros recuerda la primera vez que lo vio, la ducha...todo hace ya más 20 años atrás.
--entonces yo no te podía gustar.
--me gustaría ver una foto tuya de antes.
--las rompí todas. Odio mi pasado. 
Alejandro acaricia ese perfecto rostro. Parece un ángel.
--entonces este no es tu verdadero rostro. ¿te hiciste una cirugía?
Eros habla nervioso.
-si, si. Es mi rostro. Fueron retoques. Pesaba cien kilos --va mintiendo-- hice gimnasio. Tuve un coach.
--tuviste mucha fuerza de voluntad y te admiro. Eres valiente.
--pensaba en ti. Tu rostro me acompañó estos años.
Alejandro está sorprendido de haber despertado todo ese amor pero está encantado. Eros lo mira con ternura pero también con culpa:
--si supieras --dice  para sí-- que le has hecho una mamada a ese hermanastro que desprecias y del que te has olvidado tan fácilmente.
A Eros le duele que Alejandro sea tan dulce con Eros y a Emilio lo desprecie y nada le importa lo que haya sido de él:
--dime una cosa ¿no tienes más familia?
--¿porqué preguntas eso? --dice sorprendido y sintiéndose muy incómodo.
--bueno... es que me suena que tenias un hermano.
--te equivocas, no tengo hermanos.
--pues que raro. Eso me recordaba. Medio hermano o algo así.
--no para nada... ni hermanos... ni nada parecido.
Eros no puede evitar que se le escapen unas lágrimas, Alejandro no imagina que es porque es ese hermanastro que él ya ha olvidado.
--¿que te pasa?
--nada,  sólo abrázame.
Alejandro lo abraza y Emilio se refugia en sus brazos con angustia. Alejandro lo acaricia:
--¿estás así por mí?¿te molestó algo que dije o hice?
Eros lo mira pero sin despegar su cuerpo del de él:
--no eres tú. Soy yo.  No quiero perderte. Eres muy importante para mí.
Alejandro sonríe y lo besa :
--nunca me perderás, yo siempre estaré a tu lado para mí eres alguien especial y quiero ser alguien especial para ti.
--lo eres, lo eres. Siempre lo has sido.
La sonrisa de Alejandro es el oasis de Eros,  le encanta verlo sonreír:
--me gusta mucho tu sonrisa.
Alejandro sonríe seductor:
--que bueno que te gusta algo de mi.
Eros lo besa suavemente en los labios:
--me gustan muchas cosas de ti. Me gusta todo de ti. Te amo.
Alejandro sonríe y dice:
--yo también te amo.
El rostro de Eros se le llena de lágrimas.
--¿en serio?
Alejandro va haciendo que sí con la cabeza.
--nunca sentí esto que estoy sintiendo.
Alejandro lo besa y funden sus labios en uno solo. Eros lo mira conmocionado. Se ha dado cuenta que ama a Alejandro y le duele acostarse con él siendo persona y no está seguro que ame a esa otra persona, que no vea en él sólo el recuerdo de su fallecido novio. Hizo todo por deseo pero ha descubierto un Ale que lo ha enamorado. 
--Ale, ¿te puedo preguntar algo?
--sabes que sí.
--ese tatuaje..
Alejandro sonríe picaro:
--ya has fijado ¿eh?
--desde el primer día.
Y en eso no miente pero Alejandro no imagina que eso fue hace más de veinte años
--es de Kilian. Mi único novio. Él era unos meses más joven y cuando cumplió los 18 años nos hicimos un tatuaje. Fuimos juntos. Él se hizo la A
Y Alejandro se da cuenta que no le duele ya ese pasado. Gracias a Eros ha pasado página. A Alejandro le gusta poder hablar de todo con Eros. A Eros le gusta que le abra su corazón. Alejandro le va contando la historia sin imaginar que la conoce perfectamente por esas cartas que se escribieron. Eros tiene la cabeza en el torso desnudo de su amado. Lo besa.

Alejandro despierta a Eros con el desayuno:
--buenos días, guapo.
Eros le sonríe feliz. Alejandro le pone la bandeja encima:
--quiero que te lo comas todo... te lo preparé con cariño.
Los dos se sonríe de una manera especial. 
--entre tú y yo hay algo muy lindo --dice Alejandro que está pensando en algo.
--si no estás seguro, si lo ves una locura no lo hacemos pero... ¿tu te casarías conmigo?
Alejandro sonríe con ternura, de los nervios a Eros se le cae la comida.
-¿qué dijiste?
--que estoy enamorado de ti y quiero que todo el mundo lo sepa. No me quiero ocultar más.
--esto es una locura. ¿Y tus hijos? Te va a perjudicar en el caso de tu hija. Bea va a recurrir
--soy feliz por primera vez desde mis 18 años. No seas aguafiestas. Alejandra se acostumbrará y Dani pues tampoco me habla. Y sobre Bea no me tiene porque perjudicar.
Alejandro  mira a Eros enamorado.
--debí quedarme a tu lado hace 20 años.
--entonces era imposible.
--fueras como fueras debí ver el buen corazón que tienes y no dejarme llevar por el físico. Lo que importa es sólo nuestro interior, nada más. Es una lástima que no me fijara en eso cuando te conocí.
--no era nuestro destino... además no tendrías esos hijos.
--tienes razón ¿entonces nos casamos?
--sí, nos casamos y que pase lo que tenga que pasar.
Los dos se abrazan y se besan.
--yo haré hasta lo imposible por hacerte feliz --Alejandro.
--y yo también...tú a mi siempre me haces feliz.
No dejan de besarse y acariciarse. En la mesita de noche está el aparato con el que  vigilan a Alejandra. Oyen que se ha despertado  Alejandro sale en bata. No se ha dado cuenta que Dani está en la casa y mira horrorizado a Eros que se está vistiendo en el cuarto de su padre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario