Esta historia comienza con Emilio, un joven muy feo y afeminado de 15 años. Está solo en el comedor. Alguien se ducha lo que le pone muy nervioso. Sobre la tele hay un retrato de boda de una pareja de unos 50 años. Él mira a la mujer con cariño y al hombre con cierto 'deseo'.
--la verdad es que mi madre tiene buen gusto. nunca me imaginaría que sería tan bueno tener otro 'padre'. Creí que al morir mi padre no volvería a ver un hombre en la casa, pero qué hombres... porque si el padre es guapo... ¡que decir del hijo... este si está cómo quiere¡ ¡y estamos él y yo sólos... ojalá esa luna de miel de nuestros padres se alarge mucho, lástima que no compartamos habitación, que ganas de ver como se cambia.
Por la mente del joven pasan imagenes de su guapísimo hermanastro con tejanos muy estrechos. Visualiza al chico, le ve el culo, el paquete... Tiembla de deseo. Sus 'sucios' pensamientos hacia el chico lo hacen sentir culpable.
--es tu hermano... es tu hermano.
Se estremece todo cuando lo oye que lo llama.
--se me ha acabado el gel... traeme una botella.
La voz del chico lo seduce. Se queda paralizado.
--Emilio ¿me has oído?
--Ya voy, Alejandro --le dice nervioso.
Mientras se acerca al baño con la botella trata de calmarse y es que está muy sofocado:
--es mi hermano, es mi hermano.
Se estremece sólo de pensar que pueda estar desnudo y eso lo pone a cien.
--No, no... no puede ser... no voy a tener tanta suerte... un bombón así jamás lo podré ver desnudo... Seguro que aún no se metió. aunque en calzoncillos seguro que sí.
Salta de una pata solo de imaginar la bella escena que puede ver. Se conforma con ver un poco del cuerpo de su guapo hermano.
--es por curiosidad. No es que me guste, es para comparar. No tiene nada malo --trata de justificarse.
Sin imaginar los deseos y las fantasías que despierta en su joven hermanastro, Alejandro lo recibe dentro de la ducha totalmente desnudo, ya había empezado a ducharse. Aunque siempre que ve a alguien desnudo en un vestuario se había podido controlar nunca había visto algo tan bello y se queda paralizado recorriendo con deseo cada milímetro del perfecto cuerpo de ese hombre tan buenorro que tiene sólo para él en la ducha.
Sus musculos, su tatuaje una k rodeado un corazón cerca de su parte íntima. Todo su perfecto cuerpo desnudo y mojado lo enciende. Aunque trata de disimular sus ojos se le centran en la entrepierna. Nunca había sentido tanto deseo. Es la primera vez que ve un hombre hombre tan guapo desnudo y aunque no lo quiere reconocer le gusta y mucho. Vibrando de deseo y con sus ojos clavado en la parte que se mueve, Emilio le pasa la botella y sentir su tacto lo mata. Tiene miedo que él note que su cuerpo ha respondido.
--no lo es, no es mi hermano. No es mi hermano --piensa mientras disfruta de la vista.
Alejandro no se fija en que los pantalones de su hermanastro están más abultados pero si lee el deseo en sus ojos. No quería juzgarlo antes de conocerlo pero ahora no tiene dudas y es algo que no le gusta:
--¿que pasa, que eres maricón? --le pregunta algo brusco.
--no --dice él ofendido.
Emilio se retira, antes de irse mira de reojo al espejo y lo ve enjabonándose y se va ardiendo. Se encierra corriendo en su cuarto y se baja los pantalones para desahogarse. No necesita inspirarse en nada más... el recuerdo de la imagen que acaba de ver lo ha encendido.
Siempre le ha gustado ver a sus compañeros de clase en las duchas pero éstos no tienen ni punto de comparación con lo que acaba de ver. La visión del cuerpo desnudo de Alejandro se le ha quedado grabada en su retina y no la quiere olvidar. Es lo más hermoso que habían visto sus ojos. Y posiblemente lo único bello que vean. Sabe que será difícil que vuelve a ver a Alejandro desnudo ... Lo que más miedo le da es que éste le diga algo a su madre.
Alejandro sale muy guapo del baño y perfumado. Va a la universidad. Emilio no puede dejar de mirarlo con deseo. Le fascina esos jeans que usa. Le enloquece su culo.
Alejandro se muestra distante con él. Emilio se asusta:
--que no diga nada, que no diga nada. y en todo caso es su palabra contra la mía.. Si es necesario hasta me hecho novia.
El deseo de esa imagen del cuerpo desnudo de Alejandro que se le repite, que en realidad no se le borra es más fuerte que cualquier otro miedo.
Alejandro llega a la universidad. Es su primer día. Está perdido. Se topa con otro chico.
--¡a ver si miras por donde vas¡
--lo siento, pana, pero es que estoy perdido --Alejandro.
--tu eres nuevo, ¿no?
--si, nuevo en la ciudad, nuevo en todo. No sé donde estoy metido.
--perdona por lo brusco que fui antes. Yo soy Orestes
--Alejandro.
Los dos se sonríen y se dan las manos.
--pues si quieres en mi tienes un amigo --Orestes.
--gracias. La verdad es que me hacen falta. No conozco a nadie en esta ciudad.
--ya verás que rápido te adaptas. Somos buena gente y lo mejor son las chicas, no te puedes imaginar la de monumentos que tenemos.
Los dos se sonríen con complicidad. Orestes le hace de guía. Los dos van a la misma clase así que no se separan en toda la mañana. Ya hablan como si fueran los mejores amigos.
--¿y tú no conoceras alguien que alquile una habitación barata?
--¿es que no tienes donde quedarte?
--Vivo con mi padre en casa de su esposa, recién se casó. Pero me quiero ir.
--Yo vivo en un piso con 5 compañeros. Es muy pequeño y no cabe uno más... sino encantado pero si encuentro algo pues te digo.
--Gracias, con el problema que tengo en casa.
--espero que no sea grave.
--pues bastante, pero no quiero hablar de eso... me da demasiada vergüenza.
--no seas así. Va bien desahogarse.
-- mi hermanastro... es maricon... No creas que yo sí... a mi me encantan las mujeres... pero no veas como me miró en la ducha... creí que me violaba.
--habla con tu padre.
--¡¡mi padre lo mata. Capaz y se divorcia.¡¡desde que nos dejó mi madre nunca lo había visto tan feliz¡¡ no quiero ser yo quien arruine su felicidad. Es mi problema y yo lo resolveré.
--y entonces?
--lo mantendré a raya. No dejaré que se me acerque. Ni le hablaré no sea que se obsesione conmigo, cerraré la puerta de mi cuarto con llave y ni loco le abro la puerta cuando estoy en la ducha. Nl pienso estar cercar de él. Me iré de casa lo antes que pueda. Y como me toque... que me haga algo. Entonces sí que me lo rebiento que yo soy muy macho... demasiado.
--nunca se es demasiado macho.
De repente a Alejandro se le van los ojos tras una muchacha que camina como si fuera la reina. La mira fascinado.
---¿y esa mujer? Que mujerón... amor a primera vista.
--de amor nada... sólo sexo... Con esa tienes sexo seguro ya.
--tiene algo en su mirada... me fascina... una mujer así enamora cualquiera.
Orestes se le ríe:
--es una puta... todos hemos cogido con ella.
--es un farol.
Orestes ríe:
--tu dile algo y en media hora ya estás en su cama. Hace honor a su nombre... Débora... débora hombres.
--No te creo --dice Alejandro mirando a la joven fascinado.
--¿que te apuestas?
Alejandro no dice nada y tiembla de deseo al ver que se acerca a ellos.
--Débora, te presento a Alejandro. Es nuevo en la facultad.
--mucho gusto -dice él quiriendo besarla en la mejilla.
Ella le da un beso en los labios lo que sorprende a él.
--eres muy guapo --dice ella con deseo y mirándolo de arriba a abajo.
--gracias --dice él nervioso.
Orestes lo mria con complicidad y los deja solos. Débora acaricia con deseo los musculos de el chico que tiembla de deseo:
--me encantan los tatuajes ¿tienes alguno oculto?
Alejandro traga saliva:
--no --miente.
--es una pena así tendría excusa para verte desnudo para tampoco así falta excusa... ¿vamos a mi casa?
--¿¿como?¡
Debora se le ríe:
--¿no me digas que nuncas te has acostado con una desconocida? Es mi hobbie favorito.
Alejandro no da crédito a lo que oye. Orestes le da ánimos de lejos y Alejandro no se puede resistir. Van a casa de ella y se acuestan juntos. Mientras él yace disfrutando el momento. Ella se viste a toda prisa.
--me has mentido. Tu tatuaje está en una zona muy oculta. ¿Que significa?
--fue una apuesta --dice nervioso.
--vaya. Crei que era un amor secreto.
--no tengo un amor. Y nunca pensé que al llegar aquí encontraría el amor, una mujer como tú yo...
Débora se le ríe:
--amor? Yo no sé que ideas raras tienes en la cabeza. Nos acabamos de conocer.
--si, sí pero yo no te pienso dejar ahora, quiero que seamos novios.
Débora se le ríe:
--¿novia? Yo de ti?
Alejandro la mira triste:
--claro... ¿porque no?
--porque no... a mi me gustan demasiado los hombres para atarme a uno y menos tú.
--pero... no sueñas con...?
LA voz de él es dulce, la de ella dura. No lo deja acabar:
--¡¡yo no sueño nada y menos contigo que pareces hembra. Eres el peor amante que he tenido. Vete, no me gustan las tonterías. ya me has dado lo que quería y ha sido pésimo¡
Alejandro la mira decepcionado:
--no me puedo creer que sólo busques sexo que no te des a respetar.
--¡¡pues así es¡¡¡vete¡ no me molestes o le contaré a todos que no sirves como hombre.
LA mujer lo echa de mala manera, casi ni le da tiempo a vestirse y le cierra las puertas en las narices. Alejandro se queda triste. Le gusta esa mujer y le duele que su nuevo amigo tuviera razón. Se siente mal y lo que peor le sienta es tener que volver a su casa... volver a estar solo con Emilio.
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